Cancún es uno de los destinos favoritos para los inversionistas que apuestan por traer sus proyectos inmobiliarios aquí, uno de ellos Tajamar el cual tiene contemplado inversiones por arriba de 900 millones de pesos.
Aunque es un proyecto ambicioso con oficinas, centros comerciales y zonas de esparcimiento con vista a la laguna, las 58 hectáreas que servirán de base cuentan con manglar, el cual, hasta el 15 de enero funcionaban como casa de especies como cocodrilos, aves e incluso cangrejos azules, ya que al comenzar la urbanización llego la devastación, que ambientalistas habían alertado.
Poco sirvieron los sellos en los predios por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), las manifestaciones de familias cancunenses y el recurso legal que 113 niños ingresaron ante un juez de distrito, el cual procedió siempre y cuando se pagaran 21 millones de pesos como indemnización a los afectados, inversionistas que compraron ahí un terreno al Fondo Nacional del Fomento al Turismo (Fonatur).
Al no pagarse y estar próxima a vencer, (febrero), la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) otorgada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a Fonatur, la madrugada del 16 de enero la máquinas comenzaron a operar quitando en dos días el manglar que ahí se ubicaba, para realizarlo fue necesario que elementos policíacos cerraran los accesos que no permitieron ingresaran manifestantes para que impidieran los trabajos.
Las voces fueron levantadas y llevaron a crear un frente llamado Salvemos Malecón Tajamar, el cual participan ciudadanos e incluso Greenpeace México condenó la destrucción de esta zona que atenta con el ecosistema.
De acuerdo con el frente, las autoridades cedieron para sacar a las especies de flora y fauna que aún sobreviven en el lugar y continuar con el relleno que permita que los proyectos sean concluidos; sin embargo ellos no se darán por vencidos y esperan dicho proyecto no continúe, ya que, de acuerdo con Greenpeace el manglar podría ser recuperado.
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