La guayaba proviene del guayabo (Psidium guajav), un árbol perteneciente a la familia de las mirtáceas que puede alcanzar los 2 o 7 metros de altura,
su tronco es erecto y ramificado de madera dura, la corteza es de color gris que se descama con frecuencia y presenta manchas, sus hojas son sencillas, elípticas de color verde claro. Las flores que posee el guayabo son blancas, de 2,5 cm de diámetro y muy olorosas.
Este árbol se ha convertido en una especie muy habitual en distintas regiones, es muy común en potreros dedicados al ganado vacuno donde tradicionalmente proveen de frutos a los habitantes de la zona.
Existen muchas variaciones en cuanto a los tamaños de sus frutos, ya que algunos se presentan en talla mayor a una naranja mientras que otros tienen el tamaño de una ciruela.
Entre sus múltiples propiedades, la guayaba contiene vitamina C la cual ayuda a combatir la degeneración celular. Por su alto contenido en fibra ayuda a bajar los niveles de azúcar en la sangre. También ayuda en la limpieza del sistema digestivo y mantiene el movimiento intestinal en marcha.
La guayaba también es rica en retinol o vitamina A, responsable de una buena visión.
El potasio en las guayabas ayuda a normalizar los niveles de presión arterial, también contiene magnesio que actúa como un relajante nervioso, ayudando así a relajar los músculos y los nervios del cuerpo.
Para beneficiarnos al máximo de sus cualidades medicinales, lo mejor es consumirla por las mañanas, ya sea en jugo o sola y no combinarla con otras frutas, de manera que su poder depurativo actúe en su totalidad.
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