MICHAEL JACKSON: UN REINADO DE MÚSICA, CONTROVERSIA Y ESPECTACULARIDAD.

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El día de que murió MJ.

Cuando el álbum Thriller innovaba estilos sonoros, conseguía alabanzas en la prensa especializada y obtenía millones de dólares, su creador mantenía por entonces un apego humilde hacia las raíces familiares y religiosas en las que creía. Como un devoto Testigo de Jehová, iniciado durante su infancia por su madre Katherine, debía cumplir con las obligadas visitas en el vecindario para anunciar las buenas nuevas del Reino de Dios. Para ello, Michael escogía la indumentaria correcta que lo ocultaba de los reporteros y de sus admiradores. Escudado en unos lentes, bigote postizo y un sombrero, su rostro se transformaba y adquiría el anonimato deseado. En un portafolios cargaba folletos y revistas de la congregación y se decidía a caminar como mensajero de fe: “Hola, buenos días, le vengo a hablar de la palabra de Dios.” Algunas personas le cerraban la puerta; otras, vencidas por la fragilidad de su figura, lo dejaban hablar con cierto interés. No faltaba quien le reconociera bajo ese disfraz de evangelista; al saberse descubierto, emprendía la huida.

Diversas anécdotas hoy se recuerdan en los portales informativos de internet y en todos los medios de comunicación del globo, pues se conmemoran nueve años de la muerte del Rey del Pop, quien ya desde su controversial vida fue una auténtica leyenda y mito de la música contemporánea. Ese jueves 25 de junio, las noticias generaron conmoción: “El mundo del Pop, perdió hoy a su Rey: Michael Jackson, la máxima figura de la música de los años ochenta y noventa, murió hoy en los Ángeles”… “El artista ingresó a un centro asistencial, luego de haber sufrido un paro cardio-respiratorio por causas hasta ahora desconocidas”… “Con el correr de las horas, los principales medios del mundo empezaron a confirmar la noticia”… “Se dice que Michael fue trasladado en estado de coma”… “No tenemos información de lo que sucede, pero se rumora que el astro está siendo reanimado”… “Ya se ha confirmado su deceso, primero lo hizo un portal de internet especializado en espectáculos, luego el diario Los Ángeles Times y, finalmente, la cadena CNN”… “Estas son las primeras imágenes de Jackson ingresando al Hospital de la Universidad de California, entubado y en muy mal estado de salud”… “Los médicos hicieron todos los esfuerzos por salvarle la vida, pero, finalmente, no pudieron conseguirlo.”

Minutos más tarde, Jermaine Jackson en una improvisada conferencia de prensa confirmaba lo ocurrido: “Mi hermano, el legendario Rey del Pop, Michael Jackson, ha muerto este jueves 25 de junio del 2009, a las 2.26 pm de un infarto.”

Lo que parecía un desafortunado giro del destino en el más famoso exponente de la industria pop, en realidad no era más que la culminación de una supervisión médica negligente. Por años, la excesiva automedicación de analgésicos, antidepresivos y sedantes deterioraron su organismo y lo colocaron en un punto extremo de agotamiento que le provocarían grandes estados de ansiedad e insomnio.

Aquel fatídico día, un miembro del equipo que contrató los servicios de Michael para que se presentara en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en el marco de la gira Dangerous World Tour de 1993, hizo una declaración importante a los medios: “Lo recuerdo como a un muchacho tierno, como a un gran profesional. Se entregó como nadie en el escenario para complacer a sus admiradores. Aunque tengo presente su imagen, tras bambalinas, siendo medicado para el dolor intenso que sufría en su espina dorsal, para que pudiera bailar. Era de lo que más se quejaba, de ese dolor.”

También puntualizó el accidente que sufriera durante la filmación de un comercial para la refresquera Pepsi, cuando una de las luces del escenario estalló cerca de él y una flama  alcanzó su cabello. Debido a las lesiones sufridas en la cabeza, necesitó que le prescribieran analgésicos. El astro demandó a la empresa por 10 millones de dólares, los cuales donó en su integridad al Centro de Quemados Michael Jackson.

Escándalos de pedofilia.

Controversial en vida, Jackson jamás tuvo momentos de auténtica paz. En cuanto a las acusaciones de abuso sexual a menores en su contra, éstas paralizaron su brillante carrera musical y lo sumieron en un desprestigio del cual jamás logró salir libre de toda sospecha, debido en parte a su excéntrico hábito de convivir demasiado con niños a quienes hospedaba y divertía en su rancho Neverland. Aseguraba que los amaba profundamente y que eran la razón principal en su vida para cantar, pues le remontaban a la infancia de la que jamás gozó plenamente. “Yo nunca tuve ese algo que ustedes llaman infancia. Si no tienes ese recuerdo de amor, estás condenado a buscar por todo el mundo algo para llenar ese vacío. Pero no importa cuánto dinero ganes o lo famoso que te vuelvas; siempre seguirás sintiéndote vacío».

La primera denuncia en su contra se formuló en 1993, durante la segunda fase de la gira Dangerous, que se extendió por algunas naciones de Sudamérica. El joven Jordan Chandler lo hizo atravesar por el humillante proceso de ser fotografiado desnudo ante las autoridades de protección infantil: captaron su área genital en instantáneas; le filmaron para comprobar las declaraciones del menor en cuanto a las descripciones físicas que hacía de Michael en la supuesta intimidad. Este penoso caso se resolvió cuando el artista fue extorsionado con la cantidad de 25 millones de dólares para que la familia no presentara cargos en su contra e iniciara así un juicio. Fue en este período, según testimonio de la actriz Elizabeth Taylor, que decidió reincidir en el consumo de tranquilizantes, a pesar de haber sido internado semanas atrás en una clínica de rehabilitación inglesa, luego de cerrar exitosamente la gira con sus presentaciones en la Ciudad de México.

Luego de la muerte del icono del pop, Chandler hizo público su remordimiento: “Michael nunca abusó de mí, mentí por mi padre. Lo siento Michael. Nunca quise mentir y destruirlo, pero mi padre me obligó a contar todas esas mentiras. Ahora no puedo decirle a Michael lo mucho que lo siento, ni  preguntarle si me perdona. Hoy, por primera vez, ya no puedo mentir. Michael Jackson nunca me hizo nada; fue mi padre quien mintió para escapar de la pobreza.”

Evan Chandler, odontólogo y padre de la supuesta víctima, aparentemente se suicidó de un disparo en la cabeza, a sus 65 años de edad, el 5 de noviembre de 2009, en el interior de su residencia en New Jersey; jamás se encontró nota póstuma. Se supo que se había distanciado de Jordan desde 1996, cuando éste lo demandó por maltrato físico. En aquel orden de causalidades, el psiquiatra Richard A. Gardner, quien atendió al menor y cuyo testimonio fue determinante en el caso legal, al afirmar que Jackson era culpable, también se suicidó al acuchillarse el 25 de mayo de 2003. Tenía 72 años y padecía Distrofia por Simpatía Refleja. Es curioso que desde los años ochenta se hubiera aficionado por los casos de abuso sexual a través de falsas acusaciones, y que sus teorías siempre generaran controversia a lo largo de su carrera profesional entre algunos colegas, en especial, por su descubrimiento del Síndrome de Alineación Parental.

La segunda vez que el artista se enfrentó al mismo problema, fue todo tan inesperado. Gracias al documental Viviendo con Michael Jackson del periodista Martin Bashir, la controversia resurgió. En las imágenes que le dieron la vuelta al mundo se mostraba al niño Gavin Arvizo tomado de la mano del cantante; además de que en forma amorosa recargaba su cabeza en el hombro y pecho de quien hubiese sido su benefactor. Semanas atrás, según su testimonio ante las cámaras, Michael le había salvado del cáncer que padecía. Junto a su madre y hermanos pasaron una larga temporada en Neverland, en medio de regalos, lujos y las mejores atenciones médicas. Cuando las autoridades de protección infantil lo entrevistaron en presencia de su madre, bajo la sospecha de que las declaraciones de Michael en esa filmación, al admitir que en ocasiones compartía la cama con menores cuando se lo pedían, sugerían abuso sexual, éste lo negó. Dijo que él era un gran amigo, como un verdadero padre para él y que jamás lo había lastimado.

Tiempo después, su relato cambió. Dijo que fue obligado a beber vino para poder ser abusado sexualmente. Nadie podía explicar este cambio de actitud. Nuevamente se negaron los cargos. El equipo de defensa se mantuvo fiel a una sola hipótesis: se trataba de un nuevo intento de extorsión por parte de una familia, cuyo antecedente la ligaba a un juicio en el que sacaron provecho monetario contra una tienda departamental que los acusaba de robo. Luego de un extenso juicio, donde se ventilaron pruebas inconsistentes y se escucharon declaraciones contradictorias de la familia de la supuesta víctima, se declaró la inocencia de Michael. La prensa publicó puntualmente este mar de alegatos tergiversados que hicieron dudar de la veracidad en las acusaciones. La defensa expuso un video en el que se ve a un equipo de personas inducir respuestas en el chico, quien se mostraba aburrido, sin entender lo que pasaba a su alrededor y degustando un helado en la más completa calma. Fue una de las pruebas más sólidas de la construcción del engaño. Sin embargo, Jackson estaba extenuado y se le notaba aletargado. Algunos biógrafos consideran que fue ahí cuando perdió lo que le quedaba de su integridad como ser humano, de su privacidad e intimidad.

Del exilio a un gran regreso.

Es comprensible que por estas vivencias, Jackson decidiera alejarse de la realidad y optara por un aparente retiro en el que dejaron de interesarle las metas profesionales: no más discos, no más giras, no más entrevistas. Todo ese tiempo se lo dedicó a sus hijos y fue el tiempo en el que se le vio deambulando por las Vegas en silla de ruedas, con cubre bocas, en plan de incógnito. Asimismo, su situación financiera se complicó debido a las deudas que no pagaba puntualmente. Se especulaba que debía pagos a los constructores de Neverland, a sus empleados y a ciertos productores musicales, aunque jamás se esclareció del todo la situación. Según los informes de CNN, debía la cantidad de 400 millones de dólares. Lejos de lo que pudiera asumirse, el cantante no se encontraba en la ruina, pues contaba con un patrimonio personal de 600 millones de dólares, así como activos que rebasaban los mil millones de dólares; además, aún le pertenecía una parte del catálogo de The Beatles, pero Michael ordenó que dicho dinero fuese exclusivamente para sus hijos.

Se aseguró que el tema de las deudas lo motivó a deponer su retiro al  planear un regreso a los escenarios. El 5 de marzo encabezó una conferencia de prensa que dio la gran sorpresa en el ambiente musical.  Michael Jackson, el legendario monarca de la música pop, volvería en una ronda de presentaciones organizadas por la promotora AEG Live, en Londres: “Los amo demasiado. Gracias a todos. ¡Llegó el momento! Sólo quiero decir que… Estos serán mis conciertos finales en Londres. Esto será todo, y cuando digo que es todo, realmente será todo. Porque… (reía ante la algarabía de la gente)… Interpretaré las canciones que mis fans quieren escuchar. Esto es todo, de verdad…esta es la última, la última llamada. Los veré en julio. Los quiero mucho, de verdad tienen que saberlo, los quiero mucho. De verdad, desde el fondo de mi corazón. Llegó el momento y nos veremos en julio.”

Robert Hallet, Presidente de la gira para AEG Live, no ocultó su emoción en un comunicado de prensa: “Estamos encantados de poder facilitar la vuelta de el Rey del Pop: ¡que reine por mucho tiempo! Michael Jackson en el O2 este verano, será sin duda lo más importante del año musical. Cuando Michael Jackson actúe, los ojos del mundo estarán mirando. Esperen una audiencia internacional, ya que serán sus únicos conciertos en el mundo este año.”

Pronto comenzarían las especulaciones. Se afirmó que Michael jamás se habría presentado a esa rueda de prensa, pues se trataría en realidad de un doble. La explicación a ese montaje reflejaba una situación preocupante: Jackson no estaba en condiciones de ser visto por el público. Presa del nerviosismo por el compromiso pactado, así como a las exigencias físicas para recuperar su agilidad de bailarín, lo habrían orillado a un deterioro físico y mental.

Personal de la promotora AEG Live y allegados al artista ventilarían que las cosas no funcionaban del todo bien en los ensayos del espectáculo. Para empezar, se diría que Michael jamás se había comprometido por 50 fechas en Londres. Que eso no estuvo bajo su control; a él se le habían ofrecido sólo 10 conciertos, pero la ambición de los managers pactarían algo distinto. Una mañana, según estos informes, Jackson despertó con la noticia de que se habían incrementado las fechas para beneficio no sólo suyo sino de todos los involucrados en la aventura musical. Además, el artista luciría muy bajo en peso corporal, bailaba demasiado lento y no podía cantar al cien por ciento de su capacidad; olvidaba las letras de sus canciones y sentía escalofríos.

Nunca sabremos si todo esto fue cierto. Como lo demuestra el documental This is it, los ensayos proyectaban por momentos al viejo Michael, al bailarín que se había inmortalizado por sus espectaculares coreografías. Al analizar el material, encontramos que muchas de las cosas que se aseguraban de él eran parecían falsas. No se le veía cansado, ni apático, no se le notaba forzado a cumplir con un compromiso de semejantes proporciones. Algunos afirman que la excelente edición del material nos presenta al artista que orquesta bajo control su esperado regreso. En las filmaciones se puede atestiguar la agilidad de su cuerpo delgado: Michael roba la atención con tan sólo hacer tronar los dedos o quitarse las gafas obscuras; por momentos, el espectador se aproxima a su visión del arte y la teatralidad en escena que tan bien dominaba; vemos a un hombre siempre al pendiente de la armonía musical en cada tema y, sobre todo, comprobamos el carisma y la buena convivencia con su equipo de trabajo.

Sus últimas horas

La noche previa a su muerte, había ensayado las coreografías y números musicales en el Staples Center de los Ángeles. Kenny Ortega, uno de los productores y coreógrafos del show, recordó con nostalgia algunas vivencias: «Hubo un par de momentos en que Michael se paró a mi lado y nos quedamos mirando juntos el escenario y nos alegramos con la idea de haber llegado hasta ahí. No nos quedaba mucho. Estábamos a cuatro o cinco días de terminar los ensayos en Los Ángeles y volar a Londres para terminarlo todo allá».

Con el pasó de las semanas, el canal VH1 difundió una recreación de su muerte, al basarse en las últimas investigaciones del caso, así como en la autopsia. La emisión indignó a la familia debido a que el actor que personificó a Michael era muy parecido. Tildaron el reportaje como un intento sensacionalista de acaparar la atención.

Según el material, la madrugada del 25 de junio, a la una y media, el doctor Conrad Murray inyectó diez miligramos de Valium a Michael para hacerle dormir. Media hora después, le suministró dos miligramos del sedante Ativan BIB. En el lapso de una hora parecía que las sustancias comenzaban a hacer efecto, pero no era así. A las tres de la madrugada, Murray aplicó dos miligramos de Versed. Dos horas más tarde, le proporcionó esa misa dosis de Ativan BIB. A las siete y media de la mañana, alternó una vez más dos miligramos de Versed, pero nada daba resultado. Según la crónica de VH1, al veinte para las once, Conrad suministró por petición de Michael, 25 miligramos de Propofol Diprivan, un anestésico intravenoso que actúa en el sistema Gabaminérgico cerebral. Esto fue lo que lo mató: la alta intoxicación provocada por el medicamento. Así lo concluye un reporte periodístico de los Ángeles: “Uno de los principales efectos secundarios del Propofol es el paro cardíaco, si se combina con analgésicos de narcótico. Propofol es tan peligroso que puede parar el corazón sin combinación alguna. Fuentes médicas afirman que el doctor que suministrase a Jackson dicha medicina, podría ser procesado por homicidio sin premeditación”.

Cuando el médico se percató que Michael comenzaba a dormir, se separó de él por diez minutos, tiempo en el que fue al baño; así lo declaró a las autoridades. Sin embargo, cuando se analizaron los registros de su celular se comprobó que abandonó a su paciente por cuarentaicinco minutos, ya que realizó tres llamadas. A su regreso, Jackson ya no respiraba, así que  por espacio de media hora intentó reanimarlo e incluso le inyectó una antidosis para reactivar su cerebro. Al no obtener respuesta, llamó al servicio de emergencia 911. En el traslado de su paciente, huyó.

El doctor Murray fue encontrado culpable de homicidio involuntario, condenado a cuatro años de prisión y le fue suspendida, definitivamente, su licencia profesional. El juicio ofreció más incógnitas que certezas; el caso dio tantos giros que los medios no lograban predecir el destino de sus implicados. Incluso, se llegó a manejar la hipótesis de que el mismo Jackson se inyectó el Propofol ante la mirada atónita del galeno.

Lo único cierto es que a tras la partida de Michael las cosas han cambiado en algunos aspectos. Su deuda ha sido saldada según lo publicaron los rotativos norteamericanos.  Quienes ahora se encargan de administrar su legado comercial aprovecharon la súbita demanda de productos relacionados con su imagen. Una publicación de Dallas, afirmaba lo siguiente:

“Sin las fastuosas compras del superastro y con un montón de ingresos nuevos por la nostalgia del cantante, los albaceas John Branca y John McClain le han dado un giro drástico a las finanzas de Jackson. Un reino que estaba al borde del colapso con más de 500 millones de dólares en deudas ahora parece capaz de mantener a sus tres hijos y su madre, además de donar generosamente a fundaciones a beneficio de los niños. El patrimonio ha ganado más de 250 millones de dólares en un año, desde el deceso de Jackson. Los albaceas usaron parte de ese dinero para saldar deudas por 70 millones de dólares, incluyendo la hipoteca de 5 millones por el complejo de la familia Jackson en Encino. El pago de intereses sobre la deuda restante ahora lo cubre un flujo constante de efectivo.”

En fechas recientes han aparecido nuevos libros que nos cuentan más acerca de su vida y de las circunstancias que rodearon su muerte. También han hecho eco nuevas supuestas acusaciones de abuso sexual, que lejos de mermar su imagen, sólo alientan la venta de revistas sensacionalistas. Por increíble que parezca, algunos de sus fans lo creen vivo. Suben a internet videos y teorías conspiratorias que afirman que Michael está muy bien de salud, pero que necesitaba escapar del aura de problemas en la que siempre vivió.

Lo que es indudable, es que Michael sigue siendo el Rey del Pop. Su popularidad va en aumento y no hay quién lo desbanque en el nuevo firmamento musical de estrellas. Es evidente, el mundo no le ha olvidado.

“Incluso cuando estoy en casa, me siento solo. A veces me siento en mi habitación y lloro. Es tan difícil hacer amigos y hay algunas cosas de las que no puedes hablar con tus padres. Es muy duro que tu vida se convierta en propiedad pública. Incluso, teniendo en cuenta que la gente se interesa por ti debido a tu música”.

 

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